martes, 24 de septiembre de 2013

Cavalls del vent 2013



Este año por fin hemos podido ver y disfrutar de la sierra del Cadí-Moixeró. El tiempo lo permitió, perfecto para correr o para ir a ver la carrera.

Hasta los paises catalanes nos fuimos Felipe, Ritxar y yo. Furgo, carretera y un montón de horas que se quedan cortas cuando tienes mucho que contar.


Esta edición, por temas de seguridad, tuvo que alargarse 15 Km bajando hasta el pueblo de Bellver para poder tener un punto de evacuación extra en caso necesario. Aún así el recorrido y el ambiente siguen siendo espectaculares. Podríamos decir que una Zegama-Aizkorri a la catalana y no lo digo sólo porque todos los años una representación de la organización de la Zegama se pasa por allí. La llegada a meta entre las calles estrechas y empinadas de la parte histórica de Baga, repleta de gente me recordaba al de la carrera de carreras. 
La salida espectacular, todavía de noche, amaneciendo, con luna llena. ¿Y nos llaman locos por salir de noche al monte a hacer 100Km?


Esto más que un deporte es una experiencia. Una salida al monte mañanera, acompañado de unas 1000 personas en la que te ponen avituallamientos para que no tengas que cargar tú con la comida. Además para los más torpes como yo, te marcan el recorrido para que disfrutes de los mejores caminos.
Y si a todo esto se le junta gente animando por todo el recorrido, sol y buen tiempo, sólo puedes pensar en volver.

Y si esto no es suficiente, en el plano más puramente deportivo, todos los años van corredores de muchísimo nivel, que aunque son inalcanzables para el resto de los mortales, le da a la carrera ese caché o prestigio que consigue arrastrar y motivar a un montón de gente.

Al grupo de cinco corredores que encabezó la prueba en todo momento se les pudo ver en la línea de salida. Es una pena no poder ver su entrada en meta o poder ver esa pelea, es el precio que hay que pagar por estar dentro de la carrera.
También mi me dio pena no ver entrar a Nuria y a Uxue a meta, esta vez estaba en la ducha. También me perdí la del gran Felipe que entró con un tiempo de  12:43:25 justo detras de Uxue.
Lo que si que pude ver, ya mas tranquilo a la mañana cuando el sol ya empezaba a calentar, fue la llegada de participantes que llevaban más de 24 horas en el monte. Entrando a meta super emocionados, abranzándose entre ellos o abrazando a las personas que los esperaban. Todo un espectáculo.

Y en carrera cada uno con su particular lucha interna o con los que tiene más próximos. Yo tuve mi lucha particular conmigo mismo y con Pau y Toti, sexto y octavo respectivamente. El margen con el que llegamos a meta fue muy estrecho lo cual te hace apretar y sufrir un poco (bueno bastante) los kilómetros finales. 
Al final, como digo, mas que una carrera una experiencia con un montón de sensaciones. Es lo bueno de las ultras, que al ser tan largas te pasan un montón de cosas. 
Lo mejor de todo: recordarlas cuando ya no te duelen las piernas.


También el ambiente después de la carrera, en la plaza del pueblo, al lado de la llegada. Buen tiempo, terraza, cervezas a precios populares, nos vamos juntando poco a poco todos Zigor, Endika, Txapel, Ixaka, Imanol, Felipe, Ritxar, Uxue y mas que me dejo en el tintero. Y en la mesa de al lado medio Zegama que estuvieron animando toda la carrera. Vamos que no se puede pedir más. Ah, si! Chocolatada a partir de las 12 de la noche para llevar mejor la fría espera de los que faltan por llegar. Chocolate por aquí, coca para acompañarlo por allá, hablando con uno, con otro. Mucha dosis de amiguismo y  buen rollismo. 

Fin de semana ultra guapo

Javi


1 comentario:

  1. Cuánto me alegro de que puedas vivir esas experiencias, Javi!!! Zorionak compañero!!!!

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